La moda ZO nace del universo creativo de su artífice, Zhanna Dymchenko. Un universo que se despliega mucho más allá de la moda en sí misma, formado por otras disciplinas como la pintura abstracta, la performance o la música electrónica. Disciplinas que a su vez dan también forma y nutren los diseños Zhannaona.
De esta fusión artística surge la propuesta de Zhanna, en formado de performances, partiendo de un espacio y de un concepto. Con esta idea, intervino en el espacio Keigio Design, conocido por sus diseños de muebles modulares.
Para esta ocasión, Zhanna optó por crear un diálogo entre las piezas modulares de Keigio y sus propios diseños, eligiendo un vestido de tirantes y una gran falda. El nexo de unión entre los dos mundos era la propia artista, que a través de este espectáculo quería ilustrar cómo cuando perseguimos un propósito, estallamos más allá de las casillas en las cuales la sociedad nos enmarca.
En esta performance la artista visibiliza su vivencia: cómo de complicado es su camino, a la vez que inspirador. Lo representa a través del viaje que se recorre entre el nacimiento de una idea y su realización, representando como ella misma, protagonista de su propia, llega a la revelación en el momento del resultado.
Se sirve del imaginario religioso, creando una imagen similar a la de una Santa cuando llega a un momento de revelación: pasando a través de un camino de espinas para llegar a un desenlace maravilloso. Llega un momento en el que se cubre la cara con la máscara para representar la anulación de su personalidad, dando a entender que todos podemos experimentar una vivencia similar.
En la postura final está de puntillas. Simboliza la llegada de gloria, pero no ausente de dolor y de sufrimiento.
